Echan un polvo rápido en los baños del restaurante
Durante la cena esta pareja se ha puesto tan caliente que se ha visto en el límite, en ese punto en el que los dos quieren follar y en el cual no se pueden resistir. Así que se van juntos al baño y ahí la guarra se queda con el coño al aire para subirse encima del tío y cabalgarle mientras están sentados en la taza del váter. Debería ser un polvo rápido, pero la guarra mantiene la corrida del tío a raya durante diez minutos hasta que ya no aguanta más y se pone de rodillas para recibir toda la leche en su boca.