Masturbada con una maquina
A su puta sumisa le gustan las experiencias extremas, así que este obrero se ha llevado una de las herramientas que usa en el trabajo y le ha puesto un cabezal especial con el que puede agujerear el coño de la zorra. La ata con las piernas abiertas de par en par, pero dejándole los zapatos puestos, y le dice que se prepare. Le comienza a dar en el coño con la herramienta a toda velocidad y la cerda se vuelve loca del placer. Luego le hace una comida de chocho para que se corra y que así la puta no ponga pegas cuando le dice después que le haga una buena mamada.