Mi esposo me lame el coño como si fuera un perro
Uf que rico, no os imagináis cuanto disfruto cuando mi esposo me lame el coño como si fuera un perro. El cabronazo se pone de rodillas y mete la cabeza entre mis piernas. Ahí empiezo a sentir su lengua por los labios de mi coñito y ya me mojo toda. Entonces le agarro la cabeza, le acaricio el pelo, y le empujo hacía mi. Me gusta sentir como se aplasta su cara contra mi clítoris, a veces parece que le cuesta respirar pero el sigue lamiendo como un maldito perro. Es delicioso amigas, os aconsejo que lo hagáis con vuestros maridos, ¡os prometo que veréis las estrellas!.