Negrita se prostituye en la trastienda de un bar
Esta negrita tiene un acuerdo con los dueños de un bar de la zona donde vive para que la dejen usar la trastienda con la intención de follarse turistas. A los que van de turismo por allí les hace la oferta en el bar y los que aceptan se van con ella a la trastienda a follársela. La guarra, que tiene unas bonitas trenzas, tatuajes y piercings, comienza chupando polla y disfrutando de la sensación de tener el rabo del tío en la boca. Luego se la folla y les echa siempre unos buenos polvos que dejan a los turistas con ganas de más.