Vecina venezolana tenía antojo de verga y le di lo que necesitaba
Mi vecina venezolana tenía antojo de verga y yo le dí justo lo que necesitaba. Y es que esta maravillosa guarra de Caracas no va a casa del vecino a pedirle un poco de sal, la muy guarra va pidiendo verga a gritos. Porque sino iría sin apenas vestirse, en tanga y con una camiseta que apenas le cubre el culo. Estaba claro que la guarra de la vecina quería verga y yo estaba listo para darle toda la lechita que me cabe en los huevos. Así que no se pierdan como me monto a esta pedazo de puta, le di bien duro, le di con todo, y la dije que volviera mañana. Ja.